INTRODUCCION
Este ensayo intenta reflexionar la investigación que realiza León Ferrari sobre el tema del sexo y la violencia que se manifiesta dentro de la iconografía cristiana, el cual por la importancia que reviste la manera en que la religión católica en su afán por mantener una coherencia entre lo escrito y lo interpretado a través de los siglos en las escrituras del antiguo y nuevo testamento, han caído en un sinnúmero de errores donde en las diferentes épocas han perseguido, satanizado, marginado, discriminado y todas aquellas acepciones que impliquen lastimar las formas de existencia del ser humano y lo han condenado a las más oscuras profundidades y los más aberrantes castigos por comportamientos que ha tenido por las preferencias y prácticas sexuales, que de origen se le vinculan con el desgastado “Pecado Original” que sentenció a la mortalidad, culpabilidad y remordimientos del ser humano, esto gracias a que los creadores de dichas escrituras han tenido a bien estructurar su comunicación a base del temor y el dolor para tratar de evitar costumbres no acordes a sus principios, situación que han aprovechado sus interlocutores y representantes de la religión, para manipular, de acuerdo a sus creencias e intereses para mantener el poder y control sobre los creyentes, todas esas ideas que les han permitido mantener su posición política, económica, social y religiosa, siendo esta última instancia el pretexto y el fin de su posición.
Esta situación ha permeado en las formas de expresión de los artistas que han interpretado e imaginado todas aquellas formas de castigo y torturas que una persona pudiera soportar o morir a causa de ellas, y han plasmado a solicitud o por iniciativa propia en lienzos, grabados esculturas y todo tipo de representaciones artísticas con afán de ejemplificar para causar temor y mantener una línea de aparente moral y ética, en el comportamiento humano.
Ferrari ha logrado describir con todo detalle las incongruencias que se encuentran contenidas en estas escrituras y pretende entender porque mientras existe un Dios que permite comportamientos, al mismo tiempo sataniza el origen de los mismos.
ANTECEDENTES
León Ferrari, artista plástico que estudia y señala la relación entre la violencia de Occidente y la de sus orígenes religiosos, lo ha llevado a investigar desde los inicios de las sociedades, la forma en que la religión católica ha utilizado la imagen de la mujer para decantar todos los males que el hombre ha sufrido, esta revisión de la historia pone de manifiesto la manera en que esta religión ha manipulado la creencia de los seguidores y creyentes, para convertirlos en los más despiadados jueces del comportamiento humano que lo relaciona con las prácticas sexuales, partiendo de lo que la Biblia marca en sus versículos y que desde el Génesis convierte en pecaminosas las relaciones sexuales que no tienen la función de la procreación y solo se realiza por el placer, esta posición ha determinado que dichos seguidores persigan y castiguen a los seres humanos que han decidido recorrer un camino diferente al que ellos están acostumbrados y que en las artes se viertan los más espantosos castigos y tormentos para ejemplo de los seres humanos que se mantienen dentro de las sociedades que practican estas creencias.
Esta forma de intimidación, ha generado un fanatismo que se ha convertido en la más pura de las formas para desahogar una violencia hacia mujeres y homosexuales, en favor de una religión que se ha destacado por su constante actualización y reconocimiento de sus errores para continuar con el yugo y la opresión hacia propios y extraños, esta cruzada por lograr la aceptación de un Dios que todo lo ve y lo juzga, ha permitido todas las formas de destrucción de la de personas que tienen preferencias sexuales, costumbres y formas de vida que no van con las ideas de quienes promueven una aparente moral, misma que en todos los tiempos estos mismos representantes sacerdotes y comunidades religiosas, han practicado en la en la oscuridad de sus centros de reunión y ejercido la violencia y el asesinato en sus más variadas formas sin remordimientos ni culpabilidades.
CONCLUSIONES
León Ferrari profundiza históricamente, en una gran cantidad de material plástico y literario donde se encuentra con situaciones donde se describe a la mujer como la generadora de todos los males de la humanidad, empezando por Eva que se deja seducir por la serpiente o demonio que en muchos de los casos es el reflejo de su propia imagen, esta posición es coherente en relación a la forma en que las culturas siempre se han referido a la historia de la humanidad considerando al sexo masculino como el eje de la sociedad y su participación en la misma, dejando a un lado a la mujer en virtud que la fortaleza del hombre se ha mantenido por sobre la aparente debilidad de las mujeres, las cuales no se les ha permitido ser y sobresalir en ningún medio, sin embargo la liberación femenina es un movimiento que se inició desde el principio de la historia y que continua hasta nuestros días, por medio de muchas voces y un clamor de justicia para detener esta marginación cada vez más fuerte por todas las mujeres de las diferentes sociedades en el mundo.
Sobre todo en los países desarrollados y debido a los cambios políticos, económicos y sociales que se suscitaron; surgió según los historiadores la "Segunda Revolución Industrial" iniciada en la década de 1870, provocando una clara aceleración del movimiento feminista en el último tercio del siglo XIX.
Esta posición ha permitido una cierta libertad en los condicionamientos sociales y culturales y ha generado también una inconformidad con las ataduras morales que se han manifestado de manera superficial, digo esto en virtud que en todas las épocas y culturas siempre ha existido la práctica sexual como un satisfactor a las necesidades de los seres humanos aunque se les recubra con la tela del pudor y el mero pretexto de la procreación, aunque inconscientemente y motivadas por la permanente influencia psicológica de las religiones lo traten de hacer de la manera indicada.
De forma similar en la actualidad y no obstante que siempre ha existido la homosexualidad, este factor del comportamiento humano cada vez es más aceptado por la fuerza de su difusión y comprensión de la libertad de tener y practicar preferencias distintas a lo acostumbrado en un sector de la sociedad, esta situación nos guste o no, es algo con lo que hemos estado conviviendo desde los inicios de la humanidad y considero se merece un respeto, lamentablemente esta situación no es privativa de una cultura, como lo expresa Ferrari, también otras culturas como la musulmana, la japonesa, etc., han derivado una homofobia, xenofobia, sexofobia, misoginia, etc., y demás formas de rechazo o miedo a interrelacionarse con los demás.
Por lo anterior me parece que todavía falta mucho por recorrer para romper paradigmas que permitan una nueva forma de coexistencia, aunque gracias a los errores e incongruencias de la misma religión que limita y condena, ha abierto la forma de ver la realidad manipulada, creando una nueva conciencia de libertades, que incluso, se ve manifiesta en las nuevas expresiones del arte, en todos sus contextos y por lo tanto en la misma sociedad.
FUENTES DE CONSULTA
• Sexo y violencia en la iconografía cristiana, ponencia presentada al XVIII Coloquio Internacional de Historia del Arte, Arte y Violencia, organizado por el Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma en San Miguel de Allende, México, en noviembre de 1994.
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